Graffiti de mierda
Desde que se empezó a hablar de arte callejero y zaranjadas similares, el graffiti de toda la vida ha quedado en segundo plano en los medios de comunicación. No hay más que ver cualquier medio oficial para ver cómo se alaba el arte callejero y se tacha de vándalo y vulgar al graffiti clásico.
El autor que nos interesa hoy no reivindica ni un estilo ni otro. Con su proyecto Bad Graffiti, Scott Hocking reivindica el graffiti de mierda: El tipo de graffiti creado por un zoquete borracho, mal dibujado, con faltas de ortografía, ridículo, obsceno y «tan malo que es bueno», que va encontrando por sus paseos por Detroit.